Artículo de portada de la revista
Boletín Mexicano de La Crisis

Labastida colaboró con
el Narcotráfico: Insight

La información original (en inglés) la podrás encontrar en el sitio de la revista Insight:
http://www.insightmag.com/archive/199912048.shtml
con el título The Narcostate Next Door

Sumario del Crímen

"Mantiene lazos con el narcotráfico"

Labastida pactó
con el narco, acusan en EU

Censurado en México, un artículo de Insight

  • Jefe del espionaje mexicano, operador de policías y populista
  • "Un policía como candidato a jefe de Estado, signo de la corrupción del régimen"

Luis Muñiz

"Francisco Labastida Ochoa ha mantenido lazos con narcotraficantes desde que fue gobernador de Sinaloa", asegura un informe confidencial de la CIA dado a conocer en la edición del 3 de diciembre de la revista Insight, publicación quincenal de The Washington Times.

La edición agrega que el candidato priista a la Presidencia de la República es corresponsable de las crisis económicas del país de los últimos 18 años.

Funcionarios del equipo de campaña de Labastida, principalmente Emilio Gamboa Patrón, lograron evitar la reproducción del artículo en México, intítulado "El narcoestado como vecino", en donde se subraya que "el candidato priista está en la mira".

El documento de la CIA establece:
"Labastida ha negado haber recibido sobornos, pero en forma privada ha reconocido que ha llegado a acuerdos no especificados con los narcotraficantes para ignorar algunas de sus actividades".

Al respecto, la oficina de información del candidato priista señala que el artículo de Insight consta de simples refritos, "y que repite calumnias y falsedades publicadas por The Washington Times el 5 de febrero de 1998, oportunamente desmentidas por Labastida"

Escrito por J. Michael Waller, experto en temas de seguridad

nacional, quién ha logrado captar la atención del Departamento de Estado y el Senado estaduounidense a sus denuncias, el artículo presenta un perfil político de Labastida, a quien compara con casos semejantes ocurridos en la Unión Soviética y Rusia: un jefe de espionaje como candidato a la presidencia de la nación. Para Weller, este hecho, un policía como candidato a jefe de Estado, es "un signo de la corrupción del régimen".

El texto de Insight indica que 70 años de gobierno priista han "hundido" a México en un "estado de anarquía que va desde el intenso crimen en las calles hasta los sobornos multimillonarios en dólares de los capos de la droga a políticos, jueces y policías".

Enseguida hace una evaluación severa: "Un signo seguro de que un régimen corrupto está en sus últimos días es cuando el jefe de la policía secreta se convierte en candidato presidencial del partido en el poder".

En tal sentido, Waller menciona un caso parecido: en Rusia, el jefe del espionaje de Boris Yeltsin Putin es el delfín en la línea sucesoria. Para el analista estadounidense, el entonces Secretario mexicano de Gobernación, Francisco Labastida, fue al mismo tiempo jefe del espionaje político. Waller se refiere a la dependencia real del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN) respecto del secretario de Gobernación.

El dato es comprobable: Jorge Tello Peón pasó con Labastida del CISEN a la Subsecretaría de Seguridad Pública de Gobernación.

Trucos bajo la manga

De acuerdo con el artículo, el control del servico de espionaje le dio a Labastida elementos de manejo político sobre la oposición. "Labastida tiene otrostrucos bajo la manga", escribe el especialista de Insight, quien señala las denuncias de espionaje por parte de organizaciones de oposición, lo mismo en Campeche que en oficinas del diputado del PAN, Santiago Creel, como asimismo en los despachos del gobierno perredista del Distrito Federal.

Fox, señala Waller, está seguro de que es espiado por el sistema priista. Además, "es posible que Labastida haya montado contra Fox todo un esquema de desinformación y espionaje", pues el aspirante presidencial panista encontró pruebas, en marzo de 1988, de que Labastida había interceptado sus teléfonos.

Lo más fuerte del texto de Waller –lo que provocó que no se publicara aquí, en México– se relaciona con las relaciones del exgobernador de Sinaloa con el narcotráfico. "Durante la gestión de Labastida como gobernador –dice la publicación–, Sinaloa se convirtió en un punto importante de cruce para la cocaina y otras drogas ilegales que vienen de Sudamérica a distribuirse en las redes de Estados Unidos".

El reporte agrega que existe un nuevo informe de Acción Nacional, entregado a la revista, en la que se establece que el anterior candidato panista al gobierno de Sinaloa, Emilio Goicochea Luna, señaló que "el poder de los traficantes en el estado era tan fuerte que Labastida tenía que negocia con ellos para poder gobernar".

Un asunto global

La revista Insight contextualiza el problema de la narcopolítica como un asunto global, no particular. Para ello cita una referencia del periódico mexicano El Financiero, en el sentido de que "los políticos trajeron la narcoinversión y no a la inversa".

"La policía de Sinaloa estaba fuera de control", agregó Waller, "En un día de abril de 1989 en que el Ejército tomó el estado de Sinaloa para desmantelar las bandas de los narcos que contaban con la complicidad de la Policía Judicial del estado, el entonces gobernador Francisco Labastida Ochoa viajaba a un lugar de buceo con su amigo, el multimillonario dirigente del PRI y conocido capo del la droga, Carlos Hank González.

Ese día fueron arrestados los jefes de la policía que tenían cargos por tráfico de drogas. El Ejército detuvo inmediatamente a toda la fuerza policiaca de Culiacán, así como al jefe de la judicial estatal, quien además fue acusado de ofrecer protección a grandes operaciones de droga. Así, el Ejército limpió las policías, no Labastida.

Durante los seis años de gobierno de Labastida, agrega la publicación, ocurrieron 26 motines grandes en cárceles de Sinaloa, de las cuales escaparon 326 criminales.

El texto de Waller vuelve a citar el reporte de la CIA difundido por Bill Gertz en The Washington Times, en febrero de 1998, "El documento de la CIA establece que Labastida ha negado haber recibido sobornos, pero en forma privada ha reconocido que llegó a acuerdos no especificados con los traficantes para ignorar algunas de sus actividades".

Waller hace hincapié en la negativa de Labastida en su momento, pero señaló que la indignación y las sospechas siguen latentes en los círculos de seguridad nacional de Estados Unidos.

Asimismo, el investigador repite el párrafo publicado enn 1988 por Gertz:
"El nombramiento de Labastida podría costarle caro al gobierno de Zedillo si se hacen públicos informes de que ha mantenido lazos con narcotraficantes desde que fue gobernador de Sinaloa.

De acuerdo con la CIA, dice la publicación, es casi seguro que Labastida colaboró con traficantes de droga, por lo que observadores mexicanos y estadounidenses están profundamente preocupados por los supuestos lazos de Labastida con traficantes de drogas durante el tiempo en que fue gobernador de Sinaloa, de 1987 a 1992.

El más populista de todos

En otra parte de la biografía de Labastida, Waller caracteriza al candidato priista a la presidencia como mucho más populista que los tecnócratas grises que han gobernado México durante los últimos 18 años.

Y Waller escribe además que México "todavía no es una economía de mercado, de acuerdo con lo que dice el nuevo estudio económico global de The Wall Street Journal / Fundación Heritage, que pone a México en un rango mayoritariamente no libre y entre los peores lugares para hacer negocios en América Latina. Uno de los problemas es la corrupción del gobierno y la mano poco dura de la ley".

Para Insight, Labastida ha sido corresponsable de las crisis

económicas del pasado. Con base en un estudio del PAN, Waller concluye que Labastida fue funcionario del gobierno de Echeverría que davaluó el peso, del de López Portillo, que expropió la banca; del régimen de De la Madrid, que aplicó los primeros pactos estabilizadores. Y Labastida fue asimismo funcionario del gobierno de Zedillo, en cuya administración estalló "la madre de todas las crisis mexicanas. En todos esos momentos, Labastida se mantuvo leal al sistema".

Así, con su carga de jefe de espionaje, operador de policías, colaborador de narcos y populista, según Insight, Labastida es el candidato oficial y enfrentará a su contendiente, Vicente Fox, "un partidario del mercado libre que quiere terminar con 70 años de cleptocracia" priista.

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